Por Ana MarÃa Sánchez
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Bastante lejos de las suposiciones de la ufologÃa, hay una ciencia interesada en conocer si existe vida fuera de nuestro planeta: la AstrobiologÃa. Grandes esfuerzos se están dedicando en buscar en los planetas, satélites y asteroides de nuestro Sistema solar y otros sistemas, las condiciones necesarias para el surgimiento de la vida.
Se puede pensar que los posibles seres de otros mundos, cumplen caracterÃsticas básicas distintas a las nuestras. Pero como el panorama podrÃa ser muy amplio, es más lógico empezar por lo que nos parece más evidente. Esto es, la única forma de vida que conocemos, la de la Tierra, que debe su existencia a los océanos de agua lÃquida y está basada en el carbono. Los seres a los que se aplican ciertas leyes que hemos creado y que nos sirven para entender sus mecanismos y posibilidades: las teorÃas en las que se sustentan la biologÃa y la quÃmica actuales.
Hasta el momento, se cree que las leyes de la fÃsica se pueden aplicar a todo el Universo, por ejemplo, la Tierra soporta la gravedad de otros cuerpos y la ejerce a su vez, asà como cualquier astro lo hace. Con ese argumento, la astrobiologÃa pretende comprobar si las leyes de la biologÃa y la quÃmica son útiles para formas de vida fuera de nuestro mundo. Y para que puedan aplicarse esas ideas, las condiciones del lugar en donde se encuentren esos seres, deberÃan ser similares a las condiciones que necesitaron los primeros seres de nuestro planeta para originarse, hace unos 3500 millones de años.
No se sabe si existen seres que no basen su quÃmica en el carbono y que no dependan del agua en estado lÃquido para evolucionar. Y creo que no se sabrá en mucho tiempo, al menos mientras se descarta la posibilidad más cercana. La astrobiologÃa es una ciencia nueva, que le debe su avance a Carl Sagan, y para obtener resultados adecuados en ella, se tendrá que trabajar mucho en la exploración por misiones y en mejorar las herramientas con las que cuenta la observación astronómica.
Se debe buscar primero agua lÃquida. La existencia de agua en estado sólido no es extraordinaria en nuestro Sistema solar. Se ha comprobado que varios satélites, planetas y hasta asteroides, contienen hielo, y esto sin duda, es bueno para la búsqueda. Los casos más llamativos son los casquetes polares de Marte, y las masas de hielo en Titán y Encelado, lunas de Saturno, y en Europa, un satélite de Júpiter. Pero que exista agua congelada, no es suficiente para creer que son lugares aptos para la vida.
Además de investigar la posibilidad de agua en los planetas de nuestro Sol, los cientÃficos pueden analizar mundos que orbitan otras estrellas. Por ahora, no se tiene la tecnologÃa que permita enviar misiones robóticas más allá de la frontera del Sistema solar. Pero se pueden obtener nuevos datos y construir hipótesis cada vez mejores mediante las observaciones.
Los astrobiólogos creen que existe un área de mayor posibilidad de existencia de vida en cada sistema solar, llamada zona de habitabilidad. Esto es, el espacio alrededor de una estrella donde pueda haber agua en estado lÃquido. Si en ese sector hay planetas, pueden considerarse posibles Tierras, y ya se han descubierto varios planetas en esas zonas.
Muchos creen que existen avanzadas civilizaciones extraterrestres, pero la ciencia todavÃa no tiene pruebas que sustenten esa idea. Es posible que existan y no lo sabemos, que aún no existan, o que existieron y desaparecieron. Lo más raro, en mi opinión, serÃa que el milagro de la vida sólo pueda ocurrir aquÃ. Nuestro planeta no ocupa una situación especial, y no creo que haya razón para darnos más importancia de la que merecemos. Pero lo cierto es que aparte de la materia inerte de nuestro Universo, puede haber materia consciente, como nosotros. Por eso, nos preguntamos qué pasa allá afuera y cuándo tendremos respuestas. Aunque esto suena a algo que en ciencia se llama principio antrópico fuerte, que dice que el Universo evolucionó de la forma que lo hizo para que existiéramos y pudiéramos hacernos estas preguntas. Idea bien controvertida, como se pueden imaginar.